Historia de la Familia de Antonio Seib y María Krannewitter

Se sabe que las familias del abuelo Antonio Seib y María Krannewitter provenían de la ciudad de Samara, a orillas del río Volga en Rusia.


María Krannewitter figura de nacionalidad Rusa en los registros de asentamientos de las aldeas en Entre Ríos, y Antonio Seib huye del servicio militar de 10 años. Se cree que eran de la misma aldea en Rusia.

La llegada de las familias alemanas del Volga a Entre Ríos Argentina ocurre en el año 1878 siendo estas mil personas las que se instalaron a tres mil metros de Aldea Valle María (Entre Ríos) y les fueron entregadas tierras para que fueran trabajadas por ellos.

A pesar de las promesas hechas a los inmigrantes, éstos vivieron en la pobreza al igual que lo hicieron en Rusia. Sus hogares eran las llamadas "vizcacheras", debido a que eran cuevas bajo la tierra cubiertas por ramas.

Cuando llegaron a Entre Ríos, fabricaron las conocidas "Vizcacheras" porque al no saber hacer el "rancho chorizo", hicieron las casas bajo la tierra. Eran frescas en verano, y calientes en invierno cuenta María y la luz era perfecta porque le hacían orificios de manera de estar iluminados de día y sus paredes eran blanqueadas a la cal. Sus pisos estaban tan apisonados y rociados que podían andar descalzos sin ensuciarse.

Hablaban en su media lengua, a la que llamaban "castilla". La hija mayor de Antonio y María, María, una linda mujer y muy alta, no hablaba una palabra castellano y Catalina hablaba con un fuerte dejo alemán. El "perrito" era el " perito" el huevo era el "oivo" y los artículos cambiados porque los traducían del alemán.

Así fueron formándose las distintas aldeas hoy conocidas en Entre Ríos: Spatzenkutter, Protestante, Brasilera, etc. Y entre los fundadores de la aldea Valle María figuran Adam Krannewitter (padre de María Krannewitter quien en ese momento tenía 4 años) y además Conrado e Ignacio Seib (estamos tratando de determinar si tenían relación directa con el abuelo Antonio Seib).

En pocos años la situación cambia. En 1899 las tierras eran insuficientes y 14 familias de colonos resuelven comprar campos en el departamento de Nogoyá Entre Ríos, fundando así la Aldea San Miguel. Entre ellos estaban Antonio Seib que compró 84 hectáreas. Allí se instala con María y sus 13 hijos: Ana, Miguel, Catalina, Águeda, Silvestre, Eugenio(quien fallece a los 3 años), Maria, Ángela, Josefina, Enrique, Eugenio, Florencio y Antonio.

La abuela María escondía en su baúl la partida de casamiento, ya que no quería que se sepa que se casó a los 15 y no a los 18 como ella decía. Antonio era peón de Adam, y al independizarse, seguro con ayuda de Adam llegó a tener hasta 40 peones a su cargo en época de cosecha y tuvo también un almacén de ramos generales. Falleció el 22 de mayo de 1919 en un accidente con la cosechadora, tuvo desprendimiento de riñon. Lo atendió el dr. Puiggari en lo que era una incipiente clínica. Cuando fallece Antonio María estaba embarazada de su último hijo, Antonio quien nace el 11 de julio de 1919 a menos de un mes de la muerte de su padre.


Josefina pasó una temporada con su madre, María, decía que era una viejita sentada al lado de la máquina de coser de Josefina, cebándole mates con caramelos de miel. Se ponían el caramelo al costado de la boca y tomaban mate amargo, a la criolla alemán.
Su cocina rebosaba de miel, chorizos colgados de una caña oreándose, tazones de crema de leche, tocinos enteros.

Una vez al año se juntaban todos los que vivían a la vuelta, Josefina, Ángela y Lelio, Catalina, Eugenio y Maruca y todos los niños.

María no quería ser rusa, ella se sentía alemana. Nació en Rusia debido a que sus padres no tenían trabajo en Alemania. Eran artesanos principalmente, o sea gente de oficio. Fueron llevados por Catalina la grande, conservaron su idioma y costumbres, no se sabe si por efecto de la discriminación o si esa fué la causa de la no integración. En Argentina hicieron lo mismo, a los grupos que venían del exterior, no los separaban, porque la idea principal era enviarlos por familia a los puestos del campo. Ellos se pusieron firmes y de ello salió la construcción de las Aldeas Valle María, María Grande, Spatzenkutter, Santa Anita, etc. Hicieron que los niños y mujeres quedaran en esos lugares designados y los hombres iban a trabajar volviendo a sus casas.

María fallece el 30 de septiembre de 1972 a la longeva edad de 98 años.

Agradecimiento: Parte de esta historia fue registrada por Joaquín Nadal, hijo de Josefina Seib, y transmitida por Pablo Seib, nieto de Florencio Seib.